Acerca de mí

Soy licenciado en Filología Hispánica y especialista en Literatura Española, además de un entusiasta de las biografías históricas y de la Historia en general. Durante toda mi vida profesional me he dedicado al mundo del libro, en sus vertientes más diversas, hasta poder considerarme un verdadero experto en esta materia.

Como escritor, publiqué el año 2018 mi primera novela, La Estrella de África, y estoy a punto de lanzar al mercado la segunda con Esstudio Ediciones, titulada Los relieves ocultos. La ilusión por conseguir que tenga una buena difusión me ha movido a crear esta página web personal.

También he escrito algunas biografías, como la de Juana I de Castilla, publicada por Nowtilus Ediciones, o las de Carlos Acutis y San Benito, ambas editadas por Ediciones San Pablo. Con la editorial Everest edité en 2023 El Caballero de Olmedo, y espero que este mismo año vea la luz una antología de poesía española enfocada a estudiantes.

He escrito algunas biografías de grandes personajes editadas por Susaeta: son las de Albert Einstein, Miguel de Cervantes, Santa Teresa de Jesús, Isabel la Católica y El Greco.

Tengo una dilatada experiencia laboral en compañías españolas y multinacionales del ámbito editorial. Soy un buen conocedor del sector, con un amplio elenco de conocidos en las principales distribuidoras, librerías y centrales de compra de grandes cuentas, tanto en España como otros países de habla hispana. 

“Aseguro que, habiendo sido mi nacimiento, mi crianza y toda la ocupación de mi vida entre los libros, jamás tomé alguno en mi mano deseoso del entretenimiento y la enseñanza que me podían comunicar sus hojas. El miedo al ocio, la necesidad y la obediencia a mis padres me metieron en el estudio y, sin saber lo que me sucedía, me hallé en el gremio de los escolares, rodeado del vade y la sotana. Cuando niño, la ignorancia me apartó de la comunicación de las lecciones; cuando mozo, los paseos y las altanerías no me dejaron pensar en sus utilidades; y cuando me sentí barbado, me desconsoló mucho la variedad de sentimientos, la turbulencia de opiniones y la consideración de los fines de sus autores.

A los libros ancianos aún les conservaba algún respeto; pero después que vi que los libros se forjaban en unas cabezas tan achacosas como la mía, acabaron de poseer mi espíritu, el desengaño y el aborrecimiento. Los libros gordos, los magros, los chicos y los grandes, son unas alhajas que entretienen y sirven en el comercio de los hombres. El que los cree, vive dichoso y entretenido; el que los trata mucho, está muy cerca de ser loco; el que no los usa, es del todo necio. Todos están hechos por hombres y, precisamente, han de ser defectuosos y oscuros como el hombre. Unos los hacen por vanidad, otros por codicia, otros por la solicitud de los aplausos, y es rarísimo el que para el bien público se escribe. (...)

Muchos libros hay buenos, muchos malos e infinitos inútiles. Los buenos son los que dirigen las almas a la salvación por medio de los preceptos de enfrenar nuestros vicios y pasiones; los malos son los que se llevan el tiempo sin la enseñanza ni los avisos de esta utilidad; y los inútiles son los más de todas las que se llaman facultades. Para instruirse en el idioma de la medicina y comer sus aforismos basta un curso cualquiera, y pasan de doce mil los que hay impresos sin más novedad que repetirse, trasladarse y maldecirse los unos a los otros; y lo mismo sucede entre los oficiales y maestros que parlan y practican las demás ciencias. Yo confieso que para mí perdieron el crédito y la estimación los libros después que vi que se vendían y apreciaban los míos, siendo hechuras de un hombre loco, absolutamente ignorante y relleno de desvaríos y extrañas inquietudes.”

Villarroel, Diego de Torres. Vida

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